Compromiso, cercanía y fe. Los tres grandes regalos que nos deja este inolvidable 2020
Son ya muchas cosas las que se han dicho sobre este año. Hoy es Navidad y yo quiero empezar diciendo GRACIAS. Gracias por este 2020 que nos movió las certezas, los grandes planes y aquella normalidad que teníamos como humanidad. Cada ser humano de este planeta, independientemente de su situación económica, se ha visto impulsado a ir más allá de sus propios paradigmas y de su forma habitual de hacer las cosas.
Y en esta Navidad yo celebro eso: la oportunidad que todos hemos tenido para atrevernos a ser más creativos y salir adelante. Ese compromiso con nuestra propia vida para no dejarnos vencer por la pandemia, para buscar nuevos caminos y soluciones con el corazón lleno de humildad y disposición para aprender.
Celebro que cada hogar ha podido compartir más en familia, que nuestros principales maestros han sido nuestros hijos, esposos o pareja; que todos hemos vencido muchos miedos y que hemos respirado profundo para llenarnos de fuerza y continuar con fe, a pesar de no tener ninguna certeza de lo que seguirá pasando en este mundo. Celebro esa cercanía que nos ha permitido dedicarle más tiempo a nuestra vida puertas adentro que, a la final, es lo más valioso que todos tenemos.
Desde Farola les deseamos una Navidad mágica, sentida, hermosa... Que a la medianoche abracemos con más fuerza a nuestros seres amados. Que brindemos por lo esencial que ya tenemos: vida y salud....
Que nos comprometamos a cuidarnos mucho, a mantenernos a salvo, a creer más en nosotros mismos y en esta humanidad...
y que esta Navidad recordemos que cada nuevo reto nos brinda la oportunidad de crecer y romper límites, de ser mejores y de crear más armonía en nuestras familias, empresas y sociedad.
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